Cansancio crónico

¿Te sientes agotada aunque duermas bien? ¿Tu energía baja sin motivo aparente y te cuesta concentrarte? Este cansancio persistente puede no ser solo fatiga común, sino una señal de que tu cuerpo está en “modo supervivencia”.


El estrés crónico activa una respuesta biológica que desgasta tu organismo y altera tu bienestar emocional. En este artículo, exploraremos qué sucede en tu cuerpo y mente cuando el cansancio no es solo físico, y qué puedes hacer para recuperar tu equilibrio.

El cuerpo en alerta constante: estrés y agotamiento


Cuando vivimos situaciones estresantes prolongadas, nuestro sistema nervioso activa la respuesta de lucha o huida. Esto provoca la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina para prepararnos a reaccionar.

Pero si el estrés no desaparece, tu cuerpo se mantiene en alerta, consumiendo energía constantemente. Así surge el agotamiento crónico o fatiga crónica, que afecta:

  • El sistema inmune (más propenso a enfermedades)
  • El sistema hormonal (desequilibrios y alteraciones)
  • El sistema nervioso (ansiedad, irritabilidad, dificultad para dormir)

Un estudio de McEwen (1998) habla del “estrés tóxico” cuando esta respuesta permanece activa mucho tiempo, causando daño físico y mental.

¿Cómo reconocer que tu cuerpo está en modo supervivencia?

  • Sensación de agotamiento constante, aunque descanses.
  • Dificultad para concentrarte o tomar decisiones.
  • Cambios en el apetito o peso.
  • Problemas para dormir o sueño no reparador.
  • Irritabilidad y baja tolerancia a la frustración.

Si sientes varias de estas señales, tu cuerpo te está avisando: necesita parar, bajar el ritmo y reconectar.

Estrategias para salir del modo supervivencia

  1. Reconocer el cansancio y no ignorarlo. Negar la fatiga solo empeora la situación.
  2. Practicar la autorregulación: técnicas como la respiración profunda, la meditación o el mindfulness han demostrado reducir el cortisol y mejorar la respuesta al estrés (estudios de Kabat-Zinn, 1990).
  3. Rutinas saludables: mantener horarios regulares de sueño, alimentación equilibrada y ejercicio moderado.
  4. Apoyo emocional: hablar con personas de confianza o un profesional para gestionar la carga emocional.

El diario de bienestar


Dedica 5 minutos cada día a anotar:

  • ¿Cómo me siento física y emocionalmente?
  • ¿Qué situaciones me generaron estrés?
  • ¿Qué hice para cuidar de mí?

Este hábito aumenta la conciencia sobre tu estado y te ayuda a detectar patrones para actuar a tiempo. Usa el diario emocional de la app para tomar nota de todo esto.

Publicaciones Similares