¿TDAH o dificultades de concentración?

Hoy en día, muchas personas adultas se preguntan si tienen TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad). Redes sociales, tests virales y vídeos explicativos han ayudado a visibilizar este trastorno, pero también han generado confusión, sobrediagnóstico y autodiagnósticos erróneos.

Sentir que te distraes con facilidad o que te cuesta organizarte no siempre significa que tengas TDAH. A veces, simplemente estás saturada, cansada, o emocionalmente desbordada.

🧠 ¿Qué es realmente el TDAH?

El TDAH es un trastorno neurobiológico que suele comenzar en la infancia y puede mantenerse en la edad adulta. No se trata de una “falta de voluntad” ni de una “mente caótica”, sino de una alteración en el sistema de autorregulación y funcionamiento ejecutivo del cerebro.

En adultos, puede expresarse de forma distinta a como lo hace en niños:

  • Dificultad para sostener la atención en tareas largas o aburridas
  • Impulsividad verbal o en la toma de decisiones
  • Desorganización crónica
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Hiperactividad mental más que motora
  • Cambios de foco frecuentes, con sensación de “mil ideas y ninguna terminada”

Pero… cuidado: estos síntomas también aparecen en personas con ansiedad, estrés crónico o fatiga mental, y no necesariamente implican un trastorno.

📉 ¿Por qué hay tantas personas confundidas?

Vivimos en un mundo hiperestimulante, multitarea y con poca capacidad de pausa. El ritmo de vida actual genera síntomas parecidos al TDAH:

  • Dormimos mal
  • Nos cuesta concentrarnos
  • Nos exigimos demasiado
  • Vivimos acelerados
    Eso puede llevarte a pensar que “tienes algo roto” cuando en realidad tu mente solo está sobrecargada.

Además, muchas mujeres adultas que crecieron sin diagnóstico se identifican ahora con síntomas reales… pero otras, con una autoestima frágil o en crisis personal, pueden abrazar esa etiqueta como una forma de explicarse.

🛠️ Herramienta práctica: 3 preguntas clave antes de autodiagnosticarte

1. ¿Desde cuándo sientes estas dificultades?
El TDAH se manifiesta desde la infancia, aunque en muchos casos se disimula bien en la escuela o se compensa con esfuerzo. Si los síntomas aparecen por primera vez en la adultez, es más probable que respondan a otro origen.

2. ¿Tus dificultades afectan varias áreas de tu vida?
Para que exista un trastorno, los síntomas deben tener un impacto real: en lo laboral, en lo social, en la organización del día a día. Si solo te ocurre en contextos puntuales, probablemente no sea TDAH.

3. ¿Te sientes identificada con todos los síntomas, o solo con algunos?
No basta con “tener mala memoria” o “ser despistada”. El TDAH es un patrón complejo y sostenido, no una característica aislada. Si te sientes muy identificada, lo más adecuado es consultar con un profesional para una evaluación completa.

💡 No te pongas etiquetas a la ligera: tu mente merece comprensión, no etiquetas rápidas

Es muy positivo que hablemos más de salud mental. Pero también es importante no convertir cualquier dificultad en un diagnóstico, ni usar una etiqueta para explicar todo lo que sentimos.

Tu mente puede estar cansada, desregulada, sobreexigida… y eso también se puede tratar, cuidar y sanar, sin necesidad de patologizarlo.

El autoconocimiento es poder. Pero el poder real llega cuando lo acompañamos de responsabilidad y de guía profesional.

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